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Seis acciones que se pueden tomar para lograr mayor eficiencia en el estudio jurídico

Es seguro asumir que cualquier abogado, sin importar el tamaño de la firma, aspira a ser más eficiente. La eficiencia, definida en términos generales como el tiempo que lleva para completar una determinada tarea, puede representar la diferencia entre una firma en problemas con un propietario preocupado y una organización próspera dirigida por un abogado que puede pasar la mayor parte de su tiempo ejerciendo la abogacía.

Es importante recordar que la eficiencia no es innata. Es algo que se aprende. Como ocurre con todo lo aprendido, se puede mejorar. Aquí te damos seis consejos, que van desde simples hasta estratégicos, y que los abogados pueden intentar para aumentar su eficiencia en el estudio jurídico.